El lungo norteamericano sacó a Stan de Wimbledon en la segunda ronda y así el torneo se quedó sin uno de sus principales atractivos.

Era de prever que el rendimiento de Stanislas Wwrinka en el césped no era el mejor, y no porque su juego no se adapte del todo a la superficie, sino porque sus resultados jamás lo acompañaron en este tipo de suelo, a pesar de ser dos veces cuartofinalista en Wimbledon. Y justamente ayer, en La Catedral, fue sorprendido por el lungo Reilly Opelka, quien lo sacó del evento tras vencerlo en cinco sets.

En el duelo correspondiente a la segunda ronda, Opelka se impuso a Wawrinka, vigésimo segundo preclasificado, por 7-5, 3-6, 4-6, 6-4 y 8-6 para así dejar al tercer Grand Slam del año sin uno de sus máximos atractivos en el cuadro masculino.

El partido pareció ir para el rumbo del suizo luego de haberse puesto 2-1 en sets en el marcador, sin embargo, allí aparecieron los saques potentes del estadounidense, quien este año se coronó por primera vez en el Tour de la ATP en New York y, desde allí, no paró de ser un rival de peligro para cualquiera que lo tuviese enfrente. Luego de adueñarse del cuarto parcial, Opelka jamás dio chances desde su servicio a su rival y en el juego catorce de la quinta manga, quebró el de Wawrinka para hacerse dueño del pasaje a la tercera ronda.

Allí, se medirá ante canadiense Milos Raonic, decimosexto cabeza de serie, en un duelo que promete ser a puro saque y red por parte de ambos competidores para ganarse un lugar en los octavos de final.