El correntino venció en sets corridos a un especialista de la superficie como es el letón Gulbis y se metió en la segunda ronda de Wimbeldon, donde intentará igualar su mejor producción, que fueron los octavos de final del año 2014.

Los octavos de final en Roland Garros parecen haber activado una gran confianza en el correntino Leonardo Mayer y es que en Wimbledon, en su presentación de la primera rueda ante el letón Ernest Gulbis, dio muestras claras de estar jugando un tenis de altísimo vuelo para vencerlo en sets corridos y ganarse una plaza en la segunda instancia.

Con parciales de 6-1, 7-6 (12) y 6-2, el argentino se adueñó del match ante el oriundo de Letonia, uno de los especialistas en la superficie, y quien el año pasado había alcanzado la cuarta ronda en el tercer Grand Slam de la temporada derrotando en el camino, entre otros, al alemán y por entonces cuatro del mundo, Alexander Zverev.

Así, y tras dos horas y diecisiete minutos de juego, Mayer accedió a la segunda instancia, en donde ahora se medirá ante el joven polaco Hubert Hurkacz, vencedor del serbio Dusan Lajovic, trigésimo segundo cabeza de serie, en la primera ronda, en cuatro sets.

El duelo entre el argentino y el polaco será el segundo entre ambos, luego del que protagonizaron en la primera rueda de la Copa Davis del 2016, en Polonia, cuando Argentina se llevó la serie 3-2 ante los locales, en el año en el que la albiceleste se quedó con la Ensaladera de Plata. En aquella ocasión, el correntino se impuso en tres parciales.

Mayer busca en este Wimbledon igualar o superar su mejor producción en tierras británicas, hecho que consiguió en la temporada 2014, cuando alcanzó la cuarta ronda, antes de caer ante el búlgaro Grigor Dimitrov en sets corridos.