Dos realidades similares, dos actualidades completamente diferentes. Esas dos premisas podrían graficar a la perfección las vidas de Grigor Dimitrov y Marin Cilic durante este 2019, en donde los tenistas no están teniendo el mejor nivel de sus carreras, pero que están viviendo días completamente diferentes uno del otro: mientras el búlgaro intenta reecontrarse con su nivel y tiene algunos buenos resultados, el croata parece estar en picada libre hacia abajo y tiene, sin dudas, uno de los peores años de su carrera, a pesar de que intenta semana tras semana volver a hallarse consigo mismo.
Ayer, en Roland Garros, ambos disputaron uno de los mejores encuentros de la jornada, perteneciente a la segunda ronda y el triunfo quedó en manos de Dimitrov, quien venció al croata por 6-7 (3), 6-4, 4-6, 7-6 (2) y 6-3, en cuatro horas y veintitrés minutos de juego y con la cuál avanzó a la tercera vuelta del Grand Slam parisino.
Durante el duelo se vieron no solo grandes duelos desde el fondo de la cancha por parte de ambos jugadores, sino varios momentos muy mentales y que fueron sobrellevados de la mejor forma por los competidores, quienes protagonizaron, sin dudas, las mejores jugadas del día en el predio de Roland Garros.
Con el triunfo, Dimitrov irá ahora por un lugar entre los mejores dieciséis del evento, cuando mañana enfrente a Stanislas Wawrinka, campeón del torneo en el 2015 y quien ayer venció con contundencia al chileno Christian Garín en sets corridos. Será el noveno duelo entre ambos, con un marcador de 4-4 por el momento. Por el lado de Cilic, queda el sinsabor de no haber podido seguir avanzando en un torneo que lo tenía como el undécimo favorito a la corona.
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