Disfrutar de orgasmos regularmente no es tan complicado como muchas mujeres pueden pensar y muchos hombres obvian. Sólo hay que saber dónde y cómo tocar.
No es tan sencillo como que al penetrar a la mujer el pene acaricia el punto G y se desencadenen el placer. A veces no se consiguen estimular las zonas erógenas internas y se pasa por alto la posibilidad de acercarse o acariciar el clítoris y, lamentablemente, la vagina por sí sola no reacciona igual para todas las mujeres.
La estimulación del pezón activa un área del cerebro conocida como la corteza sensorial genital. “Esta es la misma región del cerebro que se activa mediante la estimulación del clítoris, la vagina y el cuello uterino. Lo que significa que los cerebros de las mujeres procesan la estimulación del pezón y la genital de la misma manera”. Así que con suavidad y encontrando el punto exacto de placer al apretar, lamer, acariciar o morder los pezones femeninos se puede alcanzar el clímax.
La estimulación del nervio pélvico a través del recto también puede conducir al placer en algunos aspectos sorprendentes. Incluso algunas mujeres consiguen disfrutar más del sexo anal que del vaginal una vez lo dominan. Para practicarlo es fundamental una buena estimulación previa, relajación y lubricar la zona.
También conocido como el orgasmo profundo, el clímax en esta zona tan sólo se puede conseguir mediante una penetración profunda, de ahí que aquellas mujeres que tengan este área demasiado sensible posiblemente puedan sentir más dolor que placer si se ejerce demasiada presión.
Casi todas las mujeres son capaces de tener un orgasmo clitoridiano, de hecho, muchas sólo son capaces de disfrutar los de este tipo. Este pequeño botón es en realidad un poderoso órgano que simplemente con acariciarlo y estimularlo se consigue producir placer en la mujer y cuanto más se excita la zona, se vuelve más sensible y se pone erecto.
Pueden darse de dos formas: secuenciales (se produce uno después de otro con tiempo de descanso en medio) y en serie (cuando se disfruta uno tras otro sin pausa). Tener orgasmos múltiples requiere sin duda de tiempo para la autoexploración para determinar qué zonas nos excitan más, qué ritmo hay que mantener y cuándo acelerarlo o frenarlo en seco.
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Muy buena información
Gracias.