Las estadísticas marca a las claras lo que se vive actualmente en el fútbol sudamericano. En lo que fue el plano internacional, ninguno de los equipos argentinos que participaron llegaron a estar presentes en las semifinales. Apenas dos equipos lograron estar presentes en los cuartos de final.
Esto marca una clara diferencia con los equipos brasileños. Sus equipos pueden llegar a jugar 80 partidos en un año y parece no haber queja alguna, a diferencia de nuestro fútbol que sigue con sus vueltas organizativas y con una economía inestable.
Esto deja a las claras la diferencia que hay hoy en día entre los equipos brasileños y el resto de los sudamericanos. En primer lugar el calendario Brasileño no es “previsible”, sino “constante”, es decir que siempre hay fútbol.
Por último, muchas cuestiones que hacen que las grandes figuras que llegan a jugar en ese país, esten obligados a jugar. Algunos clubes firman contratos con la TV para evitar que el producto pierda calidad. Para darse una idea del liderazgo, sus planteles están valuados en 1000 millones de euros, mientras que los de Argentina en 788 millones. La primera gran diferencia.
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