Pavón metió un golazo para el 1-0, bien de wing, en San Juan, y pidió espacio para seguir corriendo: salió a lo loco, a puro galope hacia el banco de suplentes buscando a un integrante del plantel. Nada más y nada menos que a Carlos Tévez, quien venía de una semana explosiva por sus declaraciones del lunes, justo en este momento crucial, declaraciones que no cayeron para nada bien en lo interno -y que le valieron una extensa charla con el Director Deportivo, Nicolás Burdisso-.
Como dice el Martín Fierro “Los hermanos sean unidos, esa es la ley primera, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera”
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