El Rojo igualó sobre el final ante Arsenal, gracias a una ayuda del árbitro.

Finalizó una nueva fecha en la Superliga Argentina, está vez se fue la 20 y solo quedan tres partidos para que se defina el campeón del torneo que parece estar entre River y Boca. Pero el último encuentro de esta fecha se jugó entre Independiente y Arsenal en un clima hostil, donde los hinchas del rojo recibieron a los jugadores al grito de “Vamos vamos los pibes”, y donde el local sacó un empate cuando el clima caliente estaba por explotar.

A pesar de este clima, una vez que comenzó el partido el local intentó imponer las condiciones del encuentro, pero se le hizo difícil ya que a los 14 minutos del primer tiempo la visita abrió el marcador, cuando a la salida de un tiro libre, Soraire pinchó la pelota hacia el ingreso de Gastón Álvarez Suárez, quien controló la pelota sobre la izquierda y batió a Martín Campaña.

A partir de allí el encuentro se hizo más entretenido con situaciones de ida y vuelta. Pero en la segunda mitad, más allá de la conducción del juego, al local le costó conseguir concretar situaciones y esto se iba a empezar a notar en el público que se impacientaba.

Y en el cuarto minuto de descuento el árbitro Arasa sancionó un controvertido tiro libre en el borde del área (todo Arsenal lo protestó airadamente en el epílogo) y Leandro Fernández, con un remate soberbio, acalló los insultos que ya gobernaban las tribunas.

Tal era la tensión que se vivía que en el festejo el delantero de Independiente se sacó la camiseta y fue expulsado por doble amarilla, pero el punto obtenido vale mucho desde lo anímico.

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