Ayer el Ministerio de Trabajo convocó a todos los dirigentes de Primera División a una reunión para buscar una salida al conflicto que tienen por una deuda de más de 400 millones de pesos con los jugadores.

Estuvieron presentes además un abogado por AFA y el presidente de Futbolistas Agremiados, Sergio Marchi quien tras la reunión dijo: “Hay instituciones que están en cesación de pagos. Así el fútbol no puede empezar”.

Por su parte Marcelo Calello, presidente de Quilmes afirmó: “Los clubes no tienen cómo pagarles a sus empleados”.

La decisión es que si no aparecen los 350 millones prometidos por la AFA para los clubes, el fútbol no arrancará. La semana próxima volverán a tener una reunión, para la cual convocarán a funcionarios del Gobierno.

El conflicto no hace sino empeorar: los jugadores le reclaman a sus clubes el dinero adeudado, por su parte los clubes le reclaman a AFA para hacer frente a sus obligaciones, y la AFA hace lo propio con el gobierno.

Una historia de nunca acabar. Por ahora, lo que se acaba es el fútbol.