“A un Messi hambriento de gloria y lleno de fútbol, ¿a quién no le gustaría dirigirlo?”, deslizó Napoleón ante la pregunta del periodista. Luego, cayendo a tierra, el Muñeco se sinceró: “Pero Messi está en el Barcelona y yo estoy en River”.
La gran incertidumbre es qué pasará después de la Copa América de Brasil si a Scaloni no le va como se espera. ¿A quién irá a buscar Tapia? Sería lindo que el camino de la Selección Argentina y Gallardo se unan de una vez por todas, con La Pulga presente.
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