Hoy se cumplen 31 años de aquel 29 de junio de 1986 que quedó marcado para siempre en las retinas del pueblo futbolero argentino.
Una y mil veces jugadores, hinchas y periodistas repiten imaginariamente la corrida infinita de Jorge Burruchaga y el toque justo ante la salida de Schumacher para el 3 a 2 ante la poderosa Alemania que desató el festejo.
Aquel equipo de hombres liderados por un Maradona sobrenatural y con todas las mañas de su obsesivo conductor, Carlos Bilardo, sorprendió al mundo y trajo la segunda Copa del Mundo a un país que por entonces vivía su “primavera democrática”.
El camino hacia la gloria
Argentina fue campeón invicto y su recorrido rumbo a la final comenzó con la fase de grupos donde enfrentó a Italia, Bulgaria y Corea del Sur.
En octavos eliminó al duro Uruguay por 1 a 0.
En cuartos de final derrotó por 2 a 1 a Inglaterra en uno de los partidos más recordados de todos los tiempos, donde nació el mito maradoniano con la “mano de dios” y “el mejor gol de todos los tiempos”.
En semifinales la potente Bélgica tampoco pudo con el equipo del Narigón Bilardo: fue 2 a 0 sin contratiempos.
La final en el Azteca enfrentó a la Argentina, que llegó sin demasiada chapa, contra la bestia alemana. Fue 3 a 2 con un equipo que mostró coraje y hombría.
Inolvidable Argentina
Los goles de la final
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