El arquero ruso fue la gran figura del partido, determinante en el empate de los 120 minutos, y siendo héroe en la tanda de penales que depositó a Rusia en cuartos de final.
Igor Akinfeev, con 32 años, fue el gran héroe en el Estadio Luzhniki. Le detuvo un penal a Koke, y otro a Iago Aspas para poner a Rusia en la siguiente fase.
El partido comenzó complicado para los rusos, después de que Sergei Ignashevich, en contra, sentencie el 1-0 para España.
Sergio Ramos lo gritó como propio, pero el árbitro terminó dándoselo a el defensor ruso, que sin darse cuenta, mandó la pelota adentro de su propio arco.
Antes que finalice el primer tiempo, Gerard Piqué competió un error infantil y le regaló un penal a Rusia para que ponga las cosas como al principio.
Artem Dzyuba lo cambió por gol y el partido comenzó nuevamente en el segundo tiempo, con los dos equipos yendo a buscar el triunfo.
La paridad, tanto en los 90, como en los 120 minutos, llevó a los equipos a la definición desde el tiro penal. Cara a cara Akinfeev con De Gea.
La tarde soñada la tuvo el arquero anfitrión, que detuvo dos penales decisivos y se llevó todos los flashes de la gente.
España se suma a la lista de las grandes sorpresas que ha dejado en el camino este Mundial, al igual que la Argentina de Messi, Ronaldo y su Portugal, y la propia Alemania.
Ahora Rusia espera por el ganador del partido entre Croacia y Dinamarca, que se enfrentan esta tarde.
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