Nuevamente el entrenador privilegió el descanso de sus jugadores, que están al límite, que en Rosario mostraron falta de frescura y de reacción aun con un hombre más y que, por consiguiente, generaron la alerta máxima en lo físico para el sprint final. Por todo, a pesar del día ganado porque el partido ante Gimnasia se jugará este jueves, en la mañana de Ezeiza sólo hubo trabajos regenerativos, de recuperación. Sin embargo, el DT de Boca ya debe empezar a definir el equipo que jugará contra Lobo los 81 minutos que restan.
Ahora, el entrenador tendrá que resolver una cuestión central en el ataque: si apuesta o no por Sebastián Villa para jugar de entrada en el Bosque. Y eso implica, claro, evaluar la salida del pibe Maravilla, Luca Langoni, quien justamente reemplazó al colombiano todo este tiempo, con goles determinantes.
Por lo pronto, el colombiano volvió ante Newell’s luego de 49 días de recuperación por la rotura de menisco de la rodilla derecha y, si bien no tuvo un gran regreso, mostró algunas buenas señales: jugó todo el segundo tiempo y terminó siendo, pese a su falta de ritmo, el jugador que más intentó romper a la ordenada defensa local. De hecho, acaso opacado por su ingreso y también por su propio cansancio, el pibe Langoni (extrañamente) no la tocó.
Es cierto, claro, que en principio pesaría más la chance de que el colombiano siga volviendo de a poco y se mantenga como primera alternativa de recambio, pero es una situación que el DT igualmente evaluará esta miércoles, también de acuerdo a cómo lo vea a Langoni.
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