Martín Demichelis posa sus ojos en la delantera de River y se lamenta. No por la calidad, sino por la cantidad. Sabe que tiene pocas opciones ofensivas y es por eso que le pidió a la dirigencia ir en busca de dos artilleros como Rafael Santos Borré y Salomón Rondón, ofrecido por su representante. Actualmente, Micho tiene en cuenta en los últimos metros a Miguel Borja, Lucas Beltrán y al pibe Flabián Londoño Bedoya. No a Matías Suárez, quien está atravesando una pretemporada complicada en Estados Unidos.
Si bien había mucha ilusión en que pudiera hacer la puesta a punto a la par de sus compañeros, al delantero cordobés le está costando cumplir con las exigencias del flamante DT. A sus 33 años, sigue arrastrando molestias en su rodilla derecha -la misma que lo obligó a pasar por el quirófano a principios del 2022 por una sinovitis crónica- y no está al 100% físicamente.
Es por eso que en los últimos días el cuerpo técnico fue variándole las cargas en los entrenamientos. Cuando el plantel trabaja en doble turno, el atacante solo se entrena en uno de ellos y el otro lo aprovecha para hacer kinesiología. A su vez, no lo incluyó en la lista de convocados para el amistoso con Rayados de Monterrey en Austin y, salvo que los médicos lo vean mejor, todo hace pensar que los próximos también los mirará desde afuera.
Suárez, quien el año pasado además sufrió dos desgarros -primero en mayo y después en julio-, es consciente de que Demichelis quiere jugadores en plenitud física y por eso deberá tomar una decisión tras esta pretemporada en tierras norteamericanas. No quiere repetir lo del calendario pasado, en el que jugó apenas 823 minutos repartidos en 26 partidos. Más allá del poco protagonismo que tuvo, hizo diferencia con su calidad: marcó nueve goles y brindó un par de asistencias.
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