El 13 de noviembre de 1999 Martín Palermo iba a sufrir una de las peores lesiones de su carrera. Enfrentando a Colón en Santa Fe, el Titán se rompió el ligamento cruzado anterior de la pierna derecha.
Dicha lesión iba a dejarlo fuera de las canchas durante 6 meses.
Tras 193 días, Palermo ya estaba para jugar y Bianchi decidió concentrarlo y mandarlo al banco de suplentes en un partido trascendental para Boca en la Libertadores 2000: 4tos de final vs River en la Bombonera.
El xeneize había caído por 2-1 en la ida en el Monumental y tenía que salir a buscar una victoria si o si y más en condición de local, y con el apoyo de toda su gente.
En ese entonces, el Tolo Gallego, técnico de River, confiado por la victoria en el primer partido y con la ironía que lo caracterizaba, tiró un chiste en la previa al encuentro, que selló un frase que a pesar de los años se sigue recordando. “Si lo pone a Palermo, yo lo pongo al Enzo”, dijo el Tolo haciendo referencia a que sería imposible que el delantero juegue post lesión.
Ese encuentro Boca no solo que Palermo entró, sino que metió el 3er gol que sentenció la clasificación Xeneize a la Semifinal de la Copa Libertadores 2000.
A horas del #Superclásico revivimos el gol de #Palermo para el 3-0 con el que #Boca eliminó a #River de la Copa Libertadores 2000.
#FPD pic.twitter.com/5ugCXWtp7w
— FPD (@futbolfpd) 13 de mayo de 2017
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