Un domingo a pedir de Boca que terminó atragantándose con los tallarines…
La derrotas de San Lorenzo y Racing hacían pensar en un domingo ideal para Boca, que de ganarle a Talleres estiraría su ventaja a seis puntos como único líder.
Sólo había que hacer una cosa: ganarle al equipo de Frank Kudelka, que tras 13 años pisaba La Bombonera. Pero no lo consiguió.
No fue una buena tarde para el líder del campeonato. No jugó bien. Solo tuvo 20 minutos en el primer tiempo tras el gol de Junior Benitez (sufrió un esguince de tobillo).
Ahí se pudo ver lo mejor de Boca. A partir de los pies de Gago y las subidas de Fabra y Peruzzi se generaron las mejores opciones de gol. Hasta hubo mucho toque y circulación como le gusta al mellizo.
Pero no alcanzó. Talleres, que demostró ser un equipo rápido y que supo aprovechar los errores de Boca, empató en el momento justo: antes de terminar los primeros 45 minutos.
En el complemento se vio un Boca lejos de lo que quiere su entrenador: impreciso, con poco juego, y sin situaciones claras de gol.
Un domingo soleado que en la cancha fue gris y que dejó preocupación en el hincha de Boca que llenó la cancha con expectativa de campeón.
Está claro que el rival de Boca en este torneo será el propio Boca. Con los otros equipos metidos en la Copa Libertadores y en la Copa Sudamericana, Boca sabe de la exigencia de lograr el título.
Pero también debe pelear con sus propios errores que como ayer le costaron el partido. Lo bueno es que esta derrota se da cuando falta mucho para el final. Tiene tiempo para corregir cosas y ganar en confianza.
El domingo, en San Juan, con público visitante y contra San Martín podrá recomponer su imagen y volver a brindarle alegría a sus hinchas.
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