Y si dio resultado una vez…¿por qué no de nuevo?
Eso fue lo que se preguntaron en River a días de disputar el primer partido de semifinales de Copa Libertadores ante el Granate.
Frente a Wilstermann, cuando el millonario debía meter cuatro goles en el Monumental para pasar de ronda, el plantel concentró en el Sofitel de Cardales. Un lugar que se caracteriza por su paz / tranquilidad, que queda a 50 kilómetros del estadio.
El final de la historia lo saben todos: el equipo de Núñez le embocó 8 y pasó con holgura la serie. Fue una verdadera fiesta lo que se vivió esa tarde/ noche en el Antonio Vespucio Liberti.
Por eso, ahora lo volverán hacer pero para jugar con Lanús el próximo martes.
A atraer la buenas energías…
De paso, reviví el 8-0 frente al conjunto boliviano:
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