
Cuando estaba todo dado para que Boca cierre una noche de viernes casi ideal, con victoria, tres golazos y el debut en las redes de Edisnon Cavani para llegar afilado a los cuartos de final de la Copa Libertadores contra Racing, el sabor de los tres puntos terminó siendo un tanto agridulce por la triste imagen de Luca Langoni llorando desconsolado tras el pitazo final. El delantero, que volvía a las canchas después de dos meses, sintió una molestia muscular en uno de sus primeros piques tras ingresar desde el banco y encendió nuevamente las alarmas del cuerpo médico.
La desolación del propio futbolista de 22 años que fue trascendental en el 2022 para la consagración en la Liga Profesional evidenció que, a priori, se trataría de una nueva lesión en el isquiotibial de su pierna derecha, misma zona en la que ya había sufrido tres desgarros en los últimos cuatro meses.No obstante, más allá de que los pronósticos no son alentadores, en el Xeneize no quieren sacar conclusiones apresuradas y es por eso que en el entrenamiento de este sábado lo evaluarán y luego se someterá a los estudios del caso para determinar la gravedad.

Para ser precisos, el 12 de abril se le produjo la primera lesión muscular en el posterior ante San Lorenzo; en un entrenamiento allí por mayo se resintió y semanas después le sucedió lo mismo en su regreso a las canchas en La Bombonera contra Colo Colo (7 de junio); ahora, había dejado atrás un problema grado I en eI recto anterior del muslo izquierdo -también padecido en una práctica- y por eso ayer sumó algunos minutos ante el Calamar.
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