La coronación de la selección de Alemania en el Mundial Brasil 2014 aún es una página que permanece dolorosa en la historia del fútbol argentino por aquella final perdida, más allá del enorme efecto reparador que pudo haber tenido sobre ella la consagración en Qatar 2022. Y de aquel conjunto de Joachim Low que el hincha argentino siempre mirará con cierta antipatía rescató una anécdota uno de sus protagonistas, Thomas Müller.
“En la preparación para la Copa del Mundo 2014 en Brasil, sabíamos que allí iba a hacer mucho calor. Para aliviar el cuerpo tanto como sea posible durante el descanso del entretiempo, llevábamos guantes refrigerantes con nosotros. Éstos estaban listos en el vestuario. Visualmente, eso era extraño. Parecíamos un grupo de jóvenes veteranos antes de un examen en el entretiempo”. Escribió el atacante en su newsletter.
Convencido del efecto positivo que tuvo ese truco en su rendimiento, el jugador de Bayern Munich explicó: “El cuerpo está programado para mantener su temperatura alrededor de los 37 grados. Si hace más calor, la respuesta principal es sudar para refrescarse. El cuerpo requiere energía y recursos considerables para esto. En resumen, necesitás una frecuencia cardíaca más alta para el mismo rendimiento porque, de lo contrario, el cuerpo está ocupado. De esta forma, alcanzamos nuestros límites individuales más rápidamente. Eso puede marcar una gran diferencia en un partido de fútbol de 90 minutos”.
“En las jornadas calurosas, trabajo con toallas frías que se enfrían en la piscina fría y me las puedo poner en el descanso”, relató para demostrar que tomó el ejemplo, y agregó: “Si querés pasar los meses calurosos, mantener tu cuerpo fresco ayuda. Algunos consejos y trucos aquí son: bebé mucho, quedate a la sombra tanto como sea posible, usá ropa suelta y de colores claros y practicá deportes y otras actividades físicas más por la mañana o por la noche”.
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