Si bien Boca viene de coronarse campeón de la Liga Profesional y arrancó el nuevo torneo invicto, en este 2023 se acentuó una falencia del equipo que arrastra desde el año pasado y todavía no pudo corregir. Tiene que ver con la poca cantidad de goles que convierte, un mal que denota que sus delanteros no están en su mejor nivel.
En los dos encuentros que disputó por Liga, el Xeneize convirtió apenas un tanto en el triunfo ante Atlético Tucumán. Si a esto se le suma la final con Racing por la Supercopa Internacional, los de Ibarra anotaron dos goles en tres presentaciones, lo que da un promedio apenas por encima de medio gol por compromiso. Es decir, un tanto cada 135 minutos, demasiado para un equipo que se piensa como candidato en cada torneo que disputa.
Sin embargo, esta falta de poderío en ataque no es nueva, sino que data del semestre pasado. En el certamen que el Xeneize se coronó, terminó con un saldo de 34 goles a favor en 27 encuentros y recibió 28, lo que lo convirtió en el campeón con peor diferencia de todos al conseguir un 0,22 por encuentro.
En total, el equipo de La Ribera terminó con una media de 1,25 festejos por presentación. La particularidad radica en que durante las primeras seis fechas fue dirigido por Sebastián Battaglia y allí marcó once. En resumen, con el León en el banco el Xeneize finalizó con un coociente cercano a dos -1,83- por compromiso, mientras que con el Negro hizo 1,09.
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