Grave denuncia en Vélez
Se acusó a cuatro jugadores del Fortín de estar involucrados en un abuso sexual.
Una joven tucumana denunció a Sebastián Sosa, Braian Cufré, Abiel Osorio y José Florentín por abuso sexual. El hecho habría sido en la madrugada del pasado domingo 3 de marzo, en el hotel donde concentraba el plantel de Gustavo Quinteros en San Miguel de Tucumán, luego del empate sin goles entre el Fortín y el Decano. El club emitió un comunicado: activaron el protocolo y separaron a los cuatro futbolistas del equipo.
Según informó la Unidad Fiscal de Abuso Contra la Integridad Sexual Nro. 1, M. -quien es estudiante de periodismo deportivo- se contactó con el arquero Sebastián Sosa a través de la aplicación Instagram: el jugador la habría invitado al hotel Hilton luego del partido.
La joven asistió y, cuando fue a la habitación, también se encontró con Cufré, Osorio y Florentín. Según figura en la denuncia, compartieron “latas de cerveza” y “luego le ofrecieron fernet”. En ese momento, ella “comenzó a sentirse mal, muy mareada” y, cuando se recostó en una de las camas, habría sido abusada sexualmente sin ningún consentimiento.
M., acompañada por su abogada particular, radicó la denuncia en la Unidad Fiscal de Abuso Contra la Integridad Sexual Nro. 1. El secretario, el doctor Javier Gonzalo, ordenó que se le hagan los exámenes correspondientes a la víctima, que se secuestren las prendas de vestir (que la joven ya entregó en la división) y que se extraigan las grabaciones de las cámaras de seguridad del Hotel Hilton, que serán claves en la investigación. Por su parte, el club ya separó a los jugadores: desde la dirigencia aún no se comunicaron con ellos ni les pusieron un abogado.
De esta manera, el club atraviesa otra delicada situación por una gravísima denuncia contra jugadores, tal como ocurrió en diciembre de 2020. En aquel entonces, Thiago Almada y Miguel Brizuela fueron formalmente imputados en una causa en la que fue detenido el exentrenador Juan José Acuña por abuso sexual. De todas formas, la principal diferencia es que aquel episodio fue en un ámbito privado, mientras que ahora el hecho ocurrió en plena concentración de Vélez.
En este contexto, dependiendo cómo avance la causa y la investigación, la Justicia podría considerar que fue un abuso sexual agravado (por penetración). A eso, se suma otro agravante: haber sido cometido en grupo. Si avanza, incluso podrían enfrentarse a una pena mayor de 15 años de prisión.
