Si hay algo en lo que se caracteriza el River de Marcelo Gallardo es en hacerse fuerte tanto de local como de visitante. No importa donde juegue, el equipo del Muñeco siempre saldrá a comerse al rival. Y los resultados están a la vista. Alegrías en Brasil, Uruguay, en los diferentes rincones de Sudamérica y también en estadios locales como La Bombonera, el Cilindro y el Nuevo Gasómetro. Todos menos en el de Independiente, donde perdió más de lo que ganó.
El Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, donde se disputará el clásico del próximo domingo a las 17.30, es la única cancha de los cuatro denominados grandes en la que el DT arrastra números negativos. Visitó en cinco oportunidades la casa del Rojo y apenas pudo triunfar en una. El resto fueron tres derrotas y un empate.
La primera vez que pisó ese sector de Avellaneda fue el 4 de octubre de 2015 y nada salió como esperaba. El Muñeco, que dos meses atrás había festejado la Copa Libertadores, retornó a Núñez con un contundente 3-0 por parte del conjunto de Mauricio Pellegrino. Los goles fueron marcados por Nicolás Tagliafico, Diego Rodríguez y Juan Martín Lucero.
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