El Tanque Silva tiene nuevo equipo y se reencontró con un ex compañero de Boca
El jugador de 44 años no colgará los botines hasta diciembre y mientras tanto se sumó a Tyc Potrero, donde compartirá el ataque con Pablo Mouche.
Santiago Silva no cuelga los botines. A sus 44 años, suma una nueva experiencia a su extensa carrera: una temporada después de haber jugado en El Palo, de la tercera división de España, vuelve a jugar al fútbol argentino. Ahora, se unió a TyC Potrero, como figura en un torneo amateur que ya cuenta con otro ex Boca.
Competirá en la Copa Potrero, torneo de fútbol 7 promovido por Sergio Kun Agüero que tendrá su segunda edición en noviembre con la participación de 40 equipos, después de su debut en 2024. La llegada del Tanque al equipo causó sorpresa y representa una incorporación de peso debido a su gran capacidad goleadora.
Además, tendrá la ventaja de reencontrarse con un antiguo socio: Pablo Mouche. Aquella dupla que compartió el ataque en el Xeneize y llegó a la final de la Copa Libertadores 2012 se volverá a unir con el objetivo de revivir viejas épocas. El zurdo ya lleva varias semanas en Tyc Potrero y fue el elegido para darle la bienvenida a Silva: “Quiero presentarles al Tanque, seguramente ya todos lo conocen. Para mí es un honor que esté acá acompañándonos en este proyecto, porque es un amigo, una persona con la que comparto valores. Nos va a dar mucha jerarquía y experiencia”.
Silva no se quedó callado ante semejante presentación: “Es un placer estar acá, poder ayudarlos y que ustedes me ayuden a mí también. Me gusta sumar desde donde me toque. Hoy, estar acá pudiéndolos acompañar es un placer. Que sea lo mejor, a entrenar y trabajar”, sostuvo, listo para calentar motores y demostar que su competitividad sigue intacta.
Este es el inicio del fin de su carrera como futbolista. En junio lo había anticipado con un mensaje en redes sociales: “He decidido jugar hasta fin de año y despedirme de mi etapa como jugador. Quiero hacerlo como viví toda mi vida y mi carrera: entrando a una cancha, compitiendo, empujando y contagiando”.
El goleador charrúa tenía vivo el deseo de retirarse jugando en lo más alto, después de haber estado dos años fuera de las canchas por un doping. El estudio realizado tras un partido entre Gimnasia y Newell’s en 2019 dio altos niveles de testosterona por un medicamento que tomaba a raíz de un tratamiento de fertilidad que realizaba para tener un tercer hijo. En los últimos meses tuvo “sondeos” de algunos clubes argentinos, entre ellos de Banfield, pero ninguno pisó el acelerador.
