y, a poco más de seis meses de su llegada, el entrenador parece haber encontrado funcionamiento, nombres y esquema. En los duelos decisivos de esta edición del certamen, al inicio apostó por el 5-3-2 y al final se inclinó por el 4-4-2 que parece ser la alineación con la que saldría al Maracaná.
En el medio, durante varios de esos encuentros el técnico varió el dibujo táctico y los protagonistas de un partido a otro. Incluso supo realizar hasta siete cambios y en semanas previas a duelos por el certamen continental, modificó a los once. La particularidad es que este 4-4-2 del Xeneize no tiene un cinco posicional: con la salida de Alan Varela, el medio se lo repartieron Pol Fernández y Ezequiel Fernández. A su vez, las bandas se las adueñaron Cristian Medina y Valentín Barco, cuyo fuerte está en las triangulaciones y la construcción del juego más que lo que hacen por afuera.
Además, otro de los grandes aciertos fue la apuesta por el doble nueve. Cavani y Miguel Merentiel formaron una gran sociedad que dio sus frutos en los duelos decisivos, principalmente en la revancha con Palmeiras por la semis, en la que el de Paysandú desbordó y la estrella nacida en Salto hizo el tanto de la victoria parcial.
De esta manera, ante la falta de Marcos Rojo por haber sido expulsado en la vuelta ante el Verdao, todo indica que Almirón mantendrá el 4-4-2 y no volverá a optar por la línea de tres centrales, sino que Nicolás Valentini ingresará por el capitán para ser el compañero de Nicolás Figal.Sin embargo, en el primer semestre los mejores pasajes de juego del equipo se dieron cuando paró tres volantes y un enganche, dibujo que utilizó brevemente a finales del torneo pasado y también en la Copa Argentina, pero con el arribo de Cavani la formación mutó a los tres centrales, con dos carrileros y un solo punta, al esquema actual.
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