Como en la temporada pasada, los delanteros juveniles podrían volver a tener mucho protagonismo en el equipo de Ibarra por las bajas de algunos titulares.

Hugo Ibarra ya sabe que deberá hacer, como mínimo, dos cambios en el equipo titular de Boca. Es que Nicolás Orsini se desgarró y Sebastián Villa fue expulsado en Córdoba. No tendrá demasiadas opciones para reemplazarlos en los últimos metros de La Bombonera el domingo contra Platense, ya que Exequiel Zeballos, uno de los favoritos del hincha, también sufrió una lesión meniscal y tampoco dirá presente.

Con estas tres nuevas bajas en el ataque, que se suman a la de Luis Vázquez, otro que desde hace tiempo no juega, y a la del suspendido Darío Benedetto, todo hace pensar que tendrán su oportunidad de arranque Miguel Merentiel, llegado semanas atrás desde Palmeiras, y Luca Langoni, el pibe maravilla que volvió a sumar minutos contra Talleres y marcó el gol del descuento.

Si bien el entrenador explicó semanas atrás en conferencia de prensa que quiere “llevarlo de a poco”, lo cierto es que el extremo juvenil, de 21 años, demostró que puede marcar la diferencia en la Primera División si le dan un centímetro de espacio sobre el verde césped. Desde su debut en junio pasado por las lesiones de Villa y el Changuito, sacudió ocho veces las redes en tan solo doce remates al arco. Promedio infernal de un grito cada 145 minutos.

El que también aprovechó durante el último tramo del 2022 su chance en la máxima categoría xeneize -y que podría volver a asomar contra el Calamar el fin de semana, al menos en el banco de suplentes-, es Gonzalo Morales. En su primer partido como titular, el Toro no perdonó a Quilmes en la Copa Argentina y, un par de días más tarde, tampoco a Vélez en La Bombonera. Su auspicioso arranque con los botines cargados ilusionó al pueblo bostero, pero fue perdiendo terreno con el correr del año tras la recuperación de Villa y la confianza del DT puesta en Benedetto. Este 2023 lo arrancó jugando en Reserva.

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