En River hay preocupación por la falta de funcionamiento mostrada en estos primeros cinco encuentros del Torneo Apertura, pero también por una señal de alarma que se acentúa fecha a fecha: al equipo le falta explosión. A esta sensación la acompaña una certeza que frente a Godoy Cruz terminó siendo evidente, y es que el promedio de edad del plantel es muy alto.
Frente al Tomba, Marcelo Gallardo había decidido darles descanso a algunos titulares, como a Enzo Pérez, el más veterano de la actual plantilla. Sin embargo, ante la falta de respuesta del 11 inicial que eligió, no solo mandó a la cancha al mediocampista de 38 años, sino también a otros cuatro futbolistas de más de 31 años.
El propio Enzo (38), Rodrigo Aliendro (33), Gonzalo Martínez (31), Manuel Lanzini (31) y Marcos Acuña (33) fueron los cinco jugadores que entraron desde el banco y que elevaron el promedio de edad inicial de 29,9 años a nada menos que 32,4 años, muy alto para cualquier equipo.
Más allá de que el Huevo entró por Manu, lesionado, los otros ingresaron en lugar de Matías Kranevitter (31), Santiago Simón (22), Sebastián Driussi (29) y Giuliano Galoppo (25). Paradójicamente, los recambios fueron todos jugadores de mayor edad que los que estaban en cancha, algo llamativo y que redundó en un equipo al que, otra vez, le faltó velocidad e intensidad en todas sus líneas.
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