Por la final de la UEFA Champions League se enfrentaron en Porto, Manchester City ante Chelsea. Ambos equipos buscaban la gloria, queriendo coronarse como el mejor de Europa. Los blues querían su segundo título, los Citizen, la primera orejona. Finalmente el equipo de Londres gritó campeón ante los ojos del mundo.
En los primeros minutos, el encuentro se trabó. Un mediocampo poblado, donde cada equipo intentó dominar y hacerse dueño de la pelota y del partido. Poco a poco las ocasiones empezaron a aparecer del lado del Chelsea, con Werner como protagonista, pero por eficacia no terminaron en gol.
El Manchester City no iba a quedarse de brazos cruzados y comenzó a mejorar. Las indicaciones de Guardiola surtieron efecto en el equipo y comenzó a tener aproximaciones serias. Aún así, Mount puso un pase preciso a los 42 minutos, para que Havertz eluda a Emerson y ponga el 1 a 0 para el Chelsea.
En el complemento, el partido se rompió totalmente, el Chelsea se refugió en su área para salir de contragolpe, mientras que el City dueño total de la pelota buscaba desesperadamente el empate. El equipo de Pep, lo busco por todos lados, insistió pero no pudo. De esta forma, el equipo de Tuchel se metió en la historia, segunda Champions para el Chelsea en su historia.
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