“Los lesionados es algo pendiente que tenemos que ver entre todos”. Amparado en esa frase que da cuenta de la preocupación que genera puertas adentro que se sigan cayendo jugadores con el correr de la competencia, Jorge Almirón tomó la decisión de que los jugadores de Boca descansen tanto el domingo como lunes tras el agónico empate con Lanús.
Después de una seguidilla sumamente demandante que diezmó considerablemente al plantel, sobre todo por temas musculares, el entrenador prefirió que sus dirigidos se tomen dos días seguidos libres antes de retomar los entrenamientos para recién ahí poner la mira en Godoy Cruz y Monagas, los próximos dos compromisos.
Y esta determinación de Almirón va de la mano con que, como consecuencia de la Fecha FIFA que se avecina, Boca no tendrá acción hasta dentro de 10 días, cuando le toque visitar al Tomba el jueves 22 de junio por la 21º jornada de la Liga Profesional. Una semana después de eso y con la clasificación en el bolsillo, cerrará el Grupo F de la Copa Libertadores contra Monagas en La Bombonera.
La delegación xeneize aprovechará este puñado de días de descanso -algo que es poco habitual, ya que en general tienen un día libre por semana- para recargar energías y evitar que caiga algún soldado más. A partir de mañana por la tarde, el DT empezará a preparar lo que se viene con la ilusión de recuperar a varios de los lesionados, como por ejemplo Agustín Sández (fascitis plantar) y Ezequiel Zeballos (se le generó un edema en la rodilla tras a operación meniscal).
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