Después de una deslucida actuación en el empate ante Central Córdoba, el Negro evalúa si seguir dándole “confianza” a los titulares o mover algunas piezas en el once.

Boca pone en marcha la semana con la necesidad de dejar atrás lo sucedido en La Bombonera el domingo pasado, donde tuvo una floja presentación a partir de la cual no pasó del empate ante Central Córdoba. Hugo Ibarra sabe que el equipo tiene que mejorar para aspirar a retener el título y por eso dedicará todo los esfuerzos en estos días a pulir el funcionamiento. Pero también, deberá definir si una de las claves para eso pasará por realizar algún cambio en el once.

Si bien no se espera que patee el tablero, sobre todo a partir de sus declaraciones post partido en las que pidió “tranquilidad” y dejó en claro que quiere darle confianza a sus jugadores, no se descarta que de cara al duelo del sábado con Talleres el DT pruebe una o dos variantes a lo largo de las prácticas.

Con el mediocampo como foco principal del problema para la generación de fútbol, uno de los retoques podría estar allí en Boca. Entre Juan Ramírez y Guillermo Pol Fernández, de bajo rendimiento en las dos primeras fechas, podría salir uno para que ingrese Ezequiel Fernández, carta número uno por la que se viene inclinando Ibarra a la hora de hacer modificaciones en el complemento.

Otra opción es que Exequiel Zeballos o Luca Langoni, a quien el DT aseguró que quiere llevar “de a poco” pese a su explosión en el cierre del 2022 que fue clave para la coronación de Boca, se metan de arranque por uno de los mencionados volantes y vuelva el 4-3-3 tan utilizado en el semestre pasado.

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