“Uno siempre espera que un entrenador defienda a sus jugadores, aun cuando tal voz no lo merezcan o no se lo hayan ganado. Pero es una opinión personal. Para adentro tiene que existir autocrítica porque los clubes grandes demandan exigencias”, señaló Blandi.
Y agregó: “Es normal que uno pueda tener mejor piel con un jefe o un compañero como sucede en cualquier trabajo, pero el grupo se brindó al máximo para tratar de responderle al entrenador en todas las exigencias que tuvimos. No soy quién para juzgar una relación humana”.
Para finalizar, indicó: “Algunas situaciones con Almirón molestaron dentro del plantel. Jorge (Almirón) sabe de todo el esfuerzo que hice para jugar algunos partidos y la consecuencia que me trajo para jugar posteriormente”.
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