Barcelona vive horas tensas tras la derrota en el clásico ante el Real Madrid. El ambiente en el conjunto culé no es el mejor, y mucho menos tras perder 1-2 ante el Merengue. Koeman ya es señalado por todos los aficionados como el gran culpable, así como también el expresidente del club, Bartomeu.
A pesar de esto, el neerlandés pasó un mal trago ayer por la noche cuando se retiraba en su auto personal de las instalaciones del club. Un grupo de fanáticos se acercaron al auto para insultaron y mostrarle su descontento con el momento del equipo catalán.
A raíz de esta situación, la dirigencia presidida por Laporta, tomó una drástica decisión al respecto. La entidad española, emitió un comunicado donde repudia lo sucedido y se compromete a “mejorar los controles de la seguridad” en el estadio. El clima no es el ideal, y si no mejora rápido, los días de Koeman como entrenador del Barcelona podrían estar contadas.
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