En Liniers, el Bicho le ganó 2 a 0 al Fortín y avanza a los cuartos de final del Torneo Clausura.

Fueron cinco minutos mágicos, con el aura de Diego. Su legado es Hernán López Muñoz, el sobrino nieto de D10S. Entonces, cuando parece que Vélez tiene las llaves para abrir las puertas del gol, esas que golpea contra las firmes manos de Gonzalo Siri, aparece el nieto de Ana Maradona. Y con la zurda -¿con qué otra pierna podía ser?- liquida un partido bravo, en el que Argentinos Juniors había hecho méritos en el primer tiempo, pero que estaba sufriendo en el complemento. Para clasificarse a los cuartos de final del Torneo Clausura, a la espera de Boca o Talleres, que se enfrentan este domingo en la Bombonera.

Argentinos estaba atorado por Vélez, que dejó su postura contragolpeadora de la etapa inicial y se mostraba agresivo en la parte final. Había ingresado el chileno Diego Valdés, más lúcido que Manuel Lanzini, y Siri sostenía a Argentinos. El joven de 22 años, que se hizo cargo del arco después de los horrores de Chiquito Romero ante Independiente Rivadavia en la Copa Argentina, ya había tapado un cabezazo de Lanzini en el primer tiempo. Y en el comienzo del segundo, se lució ante una arremetida de Florián Monzón y un disparo de Tomás Galván.

Los hinchas empujaban a Vélez, pero en la jugada siguiente, Elías Gómez sacó un lateral, anticipó Federico Fattori y López Muñoz hizo el resto. Encaró en diagonal y sacó un zurdazo inatajable. La pelota picó hasta hacerse imposible para Tomás Marchiori, pegó en el palo y explotó en la red. Unos instantes después, Fattori jugó para Tomás Molina, el centrodelantero habilitó a López Muñoz, que aceleró y definió con un globo maradoniano.

El partido, en ese instante, se terminó. Vélez ya había dado todo. Los ingresos de los pibes Tobías Andrada y Alex Verón buscaron reforzar el ataque, pero Agustín Bouzat pegó dos patadas y terminó expulsado. Todo un síntoma de impotencia.

Argentinos, en definitiva, fue superior. El duelo de estilos había quedado plasmado de entrada. El equipo de La Paternal hizo gala de la tenencia y Vélez agazapado, se mostró al galope de una réplica. Y aunque en los primeros minutos empujó el conjunto de Liniers, siempre propusieron los futbolistas de camiseta roja. Con un sinfín de pases, todos orientados en desarticular la marca rival, algunos profundos. Sin embargo, el déficit estuvo en el área, donde Molina no pudo finalizar. Y cuando superó a Aaron Quirós, se encontró con la firmeza de Thiago Silvero, un pibe que se desempeña con la sabiduría de un veterano.

Argentinos enhebraba las jugadas con la salida limpia de Federico Fattori y Alan Lescano y en el medio la movía Nicolás Oroz y López Muñoz. No obstante, la más clara fue un centro pasado de Sebastián Prieto, siempre punzante por el lateral, que Molina no pudo empujar de frente al arco porque se pasó y en el rebote, atoró Marchiori ante López Muñoz y el propio centrodelantero.

En el segundo tiempo, dicho está, todo cambió. Siri mostró que puede cuidar el arco del Ruso Rodríguez, López Muñoz desplegó su talento y a Vélez ni siquiera pudo con el tiro del final. Andrés Merlos cobró un penal de Lucas Gómez sobre Valdés que el propio árbitro corrigió vía VAR. A esa altura, los hinchas estaban tan calientes que insultaron a Claudio Tapia, al referí y se fue expulsado Barros Schelotto.Postales de un final agrio para el Fortín, que mezcló aplausos, silbidos y expuso el estado de confusión de Liniers. Las sonrisas -y la clasificación- viajaron por Juan B. Justo camino a La Paternal.

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