El club brasileño estaba dispuesto a pagar ocho millones de dólares por el 70 por ciento del pase.
Los dirigentes indicaron que la única forma de que se vaya es si ejecutan la cláusula de rescisión de 12 millones de dólares.
La idea de Gabriel Heinze es mantener el plantel por lo menos hasta la mitad del año que viene y los dirigentes quieren darle el gusto de no vender a nadie y traer algunos refuerzos.
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