Si nos guiamos por las noticias que ocupan los principales medios de España, tanto los catalanes como los madrileños (madridistas y colchoneros), el mercado de pases de verano (boreal) pareciera ser un tsunami que pondrá la Liga Santander de cabeza. La llegada de Hazard, especialmente, y otros movimientos que involucran a jugadores del top 10 mundial ponen a España en el boca a boca mediático del mercado de pases. Luego de un par de ventanas deprimidas, las bombas que preparan Florentino y Bartomeu prometen detonar a los aficionados en la pausa veraniega. El lado negativo, si lo hubiera, es que lamentablemente, si la tendencia de pases se ratifica, se confirmará la histórica media de que en España la liga es cosa de dos, y que solo por un accidente un tercero entra en cuadro. Deportivo la Coruña, Valencia y Aleti han sido los únicos tropiezos de los dos gigantes en más de 20 años, y no pareciera vislumbrarse una nueva sorpresa.

El bicampeón, Barcelona, en pleno proceso de curación de las profundas heridas que ha dejado la eliminación de Champions, ha decidido romper el mercado y sumar nombres de peso a una plantilla de gala pero que necesita oxígeno. El “modo Valverde” de gestionar un campeón de no más de 17 jugadores claramente está en crisis, y las llegadas de Frenkie De Jong (confirmada); Mattijs de Ligt y Antoine Griezmann ( sin confirmar, pero secreto a voces, por la friolera de casi 200 millones de Euros entre ambos) apuntan a completar un plantel que pide a gritos jerarquía. La idea de ir pensando en un Barcelona post Messi, Suárez, Busquets y Piqué se refuerza en cada inicio de temporada, especialmente luego de ver la final de Europa por TV por tercera vez consecutiva. La partida de Cillesen implicará traer un portero suplente y resta que se definan las partidas de Coutinho (se esfumaron las ofertas), Rakitic, Malcom, y los llegados en la ventana de invierno (Murillo y Boateng). Estos movimientos, más la confirmación de los que subieron de La Masía ( Aleñá, Puig, Collado, Ruiz y Wague) ampliarían la disponibilidad para el DT, que hasta hoy, seguirá siendo Valverde.

Del otro lado de la vereda, el Real Madrid confirma la urgencia por olvidar el espanto que ha sido esta temporada, tanto en casa como en Europa, y lo va haciendo según la idiosincrasia de Florentino Pérez: Casi 500 millones de euros rondan sobre la mesa para asegurarse nombres estelares para la Casa Blanca: 112 millones aproximadamente por Eden Hazard; 100 aproximados por Erikssen y quizás haya un tiro por Pogba, por 100 millones más. Además, en los corrillos es un secreto a voces que Luka Jovic estaría al caer y Zidane pretende a Mendy (el del Lyon) para el lateral izquierdo, aunque Marcelo se quede. La limpieza que Zizou ha encaminado ya se ha llevado puesto a Bale (vive con el cartel de cesión sobre la cabeza), Navas (iría al Manchester si de Gea pone proa a París) y entre Kroos, Modric e Isco solo quedaría uno, así como entre los centrales emigraría Nacho, que no es del agrado de ZZ.

Más allá de la danza de nombres, que puede cambiar en cualquier momento, lo cierto es que la llegada de estos jugadores, en bloque a tan solo dos equipos, solo puede generar que se confirme la hegemonía histórica de ambos y la brecha se amplíe con los demás equipos jugando, una vez más, por el tercer puesto. Solo quedará el Aleti de Simeone, que es una incógnita a partir de las salidas de Godín y Grizou, como el ejército que podría derribar el muro. Las buenas intenciones de Valencia, Betis o la sorpresa de turno, no parecieran alcanzar. Una pena para la Liga, que pierde competitividad.

En esta nota: