Decenas de páginas se han escrito desde las sucesivas eliminaciones sufridas por el Real Madrid en Copa del Rey, Liga y Champions. Se han analizado conferencias de prensa, entrevistas, declaraciones cruzadas y hasta se publicaron lecturas de labios en el campo de juego. Sin embargo, siguen escaseando las conclusiones para explicar, y desde allí reparar, el presente aciago de la escuadra blanca.
Si creemos que los resultados explican la debacle solo estaremos mirando la punta del iceberg. Comenzar a desandar la explicación de este presente en las 3 derrotas consecutivas de local y el empate intermedio en el Camp Nou es ver únicamente una parte del asunto. Ha habido fallas en todos los ámbitos, irresponsabilidades mayúsculas de casi todos y una suprema negligencia en la planificación de la temporada, que se ha llevado todo cargado cual tsunami.
Futbolísticamente, el primer desaguisado, sin duda, ha sido el affaire Lopetegui. Como se lo ha traído, lo poco que se lo ha conservado, y lo que se le ha permitido mientras estuvo en funciones, solo es posible de explicar a partir de la impunidad con que se le permite actuar a Florentino Pérez en la Federación Española de Fútbol, aún a cuenta de lo que desangró esta movida a la propia selección. Haberlo eyectado después de un 1-5 ante el Barcelona, en plena temporada fue peor que la herida misma.
Nada de lo que vino después aplacó la tragedia. La imposibilidad de traer un DT de renombre con la temporada comenzada posibilito un parche que jamás podría haber capeado el temporal. No solo por las condiciones ( paradójicamente fuera de análisis y discusión) de Santiago Solari, sino por la irrealidad de su mandato, la imposibilidad de que tomara sus propias decisiones, y la sangría inevitable en la plantilla que solo él podía gestionar, obediente de su mandamás. Imposible saber si con Marcelo, Isco, Bale, Kross y Modric en forma aún estarían en las 3 competiciones.
Lo cierto es que nadie contaba con que no estuvieran a la altura. En la otra esquina, dignamente, el DT argentino sostuvo y sostiene su gestión, mostrando los dientes dentro y fuera, con hidalguía más sin chances de supervivencia.
En lo dirigencial, el fango es más profundo. Desde aquí, entendemos que es en este aspecto donde reside la madre del borrego. Ha sido de principiantes la planificación de la temporada post Cristiano. Más allá de la impronta comercial o marketinera del portugués, el equipo ha dejado ir 40 goles por año, haciendo naufragar una plantilla diseñada para jugar para él y todo un sistema empleado a su imagen y semejanza.
Los fichajes estelares se mancaron (Neymar, Mbappe, Hazard) y el único nombre rutilante llegó donde menos se lo precisaba, arribando Courtois cuando Keylor Navas llevaba 3 Champions campeonas en el lomo. Que el dinero está en las obras de remodelación del estadio, que ciertas ayudas arbitrales han quedado expuestas y se ha caído la fachada, así como otros tantos rifirrafes, solo decoran los hechos confirmados que aceleraron la caída.
Serán claves las decisiones a tomar desde ahora. Sería un eufemismo darle a estas 11 fechas en Liga más relevancia que un relleno si no hay refundación . Deberá elegirse acertadamente el DT, de una vez por todas, sea Mourinho, Zidane, Solari o el que quepa, darle sentido a una plantilla herida y redefinir el vestuario, que pide a gritos orden y liderazgos positivos.
Por el club, más grande que cada uno de estos protagonistas de ocasión, y por la afición, va siendo hora de dar vuelta la página, de una vez y para siempre.
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