Como lado B de la realidad brillante del Barcelona en Liga, Champions y Copa del Rey, aparecen en Can Barca, de manera lenta pero incansable, algunas inquietudes sobre la gestión de la Dirección Técnica del club, representada por Eric Abidal, Pep Segura y el mismo presidente Bartomeu, en relación a la conformación de la plantilla y la tan mentada renovación que no aparece sencilla ni encaminada. El propio Valverde se ha manifestado al respecto en distintas ruedas de prensa, sentando posición sobre rumores de llegadas (Griezmann, De Jong, Jovic, Ndombele, y ni hablar del culebrón Rabiot), versiones de partidas inminentes o no tanto (Rakitic, Umtiti) y los movimientos de recupero de cedidos para, de una vez, acertar en el armado de una plantilla que se presume despareja e incompleta (Cuccurella, Miranda, Grimaldo o cualquier hijo de La Masia que viva en el lateral izquierdo y desee volver como relevo de Jordi Alba).

Los últimos pasos dados en esta dirección han sido, cuanto menos, fallidos. Solo en el reciente mercado de verano (boreal) los fichajes de Murillo y Boateng se han dado de bruces con el mas sensato análisis. Fueron adquiridos para ser “jugadores de rol” detrás de la lesiones de Umtiti y Lenglet el primero y back up de Luis Suarez el segundo, y casi no han visto minutos. Profundizando el desatino, ya se habla de que no se hará uso de su opción de compra, al igual que Jean Clair Todibo, casi raptado del Toulouse a media noche y que solo ha disputado minutos en la Copa Catalunya, y que partiría cedido para abaratar algún fichaje por citar. Malcom fue adquirido a precio de consagrado y aún se juega la subsistencia en cada aparición (que si no se hubiera lesionado Dembele se daría en el filial). Desde la pésima administración que el club ha hecho de los 222 millones de euros cobrados por Neymar, nadie duerme tranquilo mirando el mercado. Sobreprecios inauditos (se pagaron 140 millones por Coutinho, a partir de la desesperación cule.), estrategias erradas impropias de este nivel profesional (se amontonan los medio centros y hay un solo centro delantero; Cillessen engulle banco jugando solo Copa del Rey y ya no suben juveniles del filial).

Lo único firmado, ya entrado Abril, es que Frenkie De Jong es del Barsa para la temporada 2019-2020. Y nada mas.

La sensación que se va instalando es que desde la dirigencia del club no se proyecta eficientemente. Esto no solo surge de los foros partidarios, sino de las propias gradas del Camp Nou, quien ya se ha manifestado pidiendo contrataciones para asegurar la Champions y que Messi, cansado de volverse en cuartos, no decida partir y asegure su renovación. Ojala sea una sensación prematura y apurada. Ojala.

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