Real Madrid venció 3-2 como local al Huesca en otra pálida actuación. Benzema, a falta de tres minutos decreto la agónica victoria. Isco en el PT y Ceballos en el ST marcaron los goles blancos, mientras que Hernández apenas empezado el partido y Etxeita sobre el final sacaron los colores visitantes.

Ciertamente, no ha sido una actuación vistosa de los madridistas, enfrentando al colista y casi descendido Huesca. La rotación planteada por Zidane le ha quitado vuelo al once titular, ya que a las ausencias obligadas de Casemiro y Varane, se agregó el descanso de Kroos, Modric y Navas, por acumulacion de minutos en la ventana FIFA, dándole rodaje a Brahim Díaz, Marcos Llorente, Ceballos e Isco,  y, por la lesión de Courtois, a su hijo Luca en el arco.

No pareciera estar dando resultado la magia del francés en el banquillo, ya que el equipo no es mas que la continuación de lo mostrado bajo la tutela de Santiago Solari. Jugadores sin desequilibrio, ausencia de juego asociado y variantes ofensivas a la altura de los nombres del equipo, parecen condenar a ZZ. Esta noche, un equipo limitado como el visitante lo oprimió y lo tuvo a maltraer la primera mitad del PT. Solo por la diferencia sideral de jerarquía entre ambas plantillas el merengue revirtió el resultado, aunque pareció quedarse sin nafta sobre el final, en un partido roto, con chances en ambas porterías, sentenciado por Benzema sobre la hora.

Los goles de Isco y Ceballos no lograron disimular el desencanto de la afición con algunos jugadores (Bale a la cabeza, Nacho  y el propio Isco por momentos) y con la actitud del equipo, que sigue siendo displicente, apático y  alejado sus seguidores, que siguen sin ver la mentada revolución de Zidane.