El balance de Martín Costa sobre este Boca que termina el año gustando y goleando.

Si bien el balance de 2016 tiene como mojón la eliminación de la Copa Libertadores frente a IDV (el principal objetivo del mundo Boca) y la no clasificación para la del año próximo, el cierre de año para los Barros Schelotto arroja un saldo positivo.

Sobre el final el equipo logró una identidad y una línea de juego. El equipo se hizo dinámico, aparecieron las individualidades y el funcionamiento.

El cierre de Boca deja la sensación de crecimiento futbolístico y de que este es un equipo de temer: tres clásicos ganados en fila (San Lorenzo, Racing, River) y la goleada de ayer frente a Colón que marca una contundencia que impresiona: Boca hizo 14 goles en sus últimos 4 partidos incluido los 4 en el Monumental (promedio de más de 3 por encuentro).

La impronta de Guillermo se empieza a notar: un equipo que llega con muchos jugadores al área y que lastima en ataque. Ahora, ese mismo espíritu ofensivo produce espacios atrás y muchas veces sufre cuando lo atacan. Palo a palo…esa es la filosofía de los Schelotto.

Habrá que ver qué pasa con Tevez, que es el gran generador de este equipo no solo en lo futbolístico sino también en lo anímico. Si se va, será otra historia. Aunque este Boca, por cómo está, ilusiona.