La España futbolera ha despertado conmocionada por la publicación de la investigación policial por arreglo de partidos de la primera y segunda división del fútbol profesional durante las temporadas 2016/17 y 2017/18, que ha arrojado detenciones de jugadores y dirigentes de equipos de ambas divisionales, y un escándalo mayúsculo por la intervención de casas de apuestas presuntamente asociadas a la Federación Española de Fútbol.
Como resultado de las investigaciones, han sido detenidos jugadores y dirigentes de renombre como Raúl Bravo, retirado ex jugador del Real Madrid durante siete temporadas, Borja Fernández, del Valladolid, Carlos Aranda, de último paso por Granada, Iñigo López, del Deportivo La Coruña, y hasta Agustín Lasaosa, Presidente en ejercicio del Huesca, y Juan Carlos Galindo, Jefe Médico del mismo club,recientemente descendido. Estas seis personas ya se encuentran detenidas bajo los cargos de “pertenecer a una organización criminal, corrupción entre particulares y blanqueo de capitales”.
La investigación desarrollada por la Policía Nacional tiene su origen en la sospecha de “amaño” (arreglo) entre el Huesca (ya ascendido) y el Nástic (candidato a la segunda plaza de ascenso) en la jornada 41 de la temporada 2017/2018. Las propias casas de apuestas denunciaron el arreglo en función de la tendencia en dicho partido de los apostadores de Ucrania, Asia y Portugal, apuntada al triunfo del Nástic, con la particularidad de haber acertado el plus de terminar el PT sin goles y que la victoria sería por solo un gol y en el ST. Desde allí, el ovillo se desenredó abarcando la Primera División, al punto de que el último partido de la recién terminada temporada 2018/19, entre Valencia y Valladolid, aparece investigado dada la disparada de apuestas, con origen en los mismos países, y en este caso, replicada por grupos de apostadores españoles. Dicho partido terminó con Valencia venciendo 2-0 y clasificando a Champions in extremis, con su rival salvado del descenso en la fecha anterior.
Si bien aún no ha habido una declaración oficial, los medios españoles dan eco de la investigación, que implica a Raúl Bravo como principal orquestador de la red, a Borja Ferández como interlocutor del arreglo del mencionado partido antes Valencia ( en ese partido anunció su retiro, como capitán y jugador de los vallisoletanos) y al presidente de Huesca por influenciar resultados con su club como parte, en beneficio de las apuestas.
La Federación de Fútbol aguarda los resultados de la investigación para expedirse sobre la clasificación final de la Liga, especialmente con quita de puntos al Valladolid que podrían hacerlo descender, retirar dos años al Huesca de toda competición y retirar al Valencia su clasificación europea. Vale destacar que las penas por fraude deportivo son de cumplimiento obligatorio en sede penal, sin excarcelación.
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