Fue un día convulsionado en la AFA. Como muchos de los vividos desde mediados de diciembre, cuando el torneo se interrumpió para todavía no volver. 

La principal novedad fue la aprobación del nuevo estatuto de la AFA, que le pone fecha a las próximas elecciones: serán el 29 de marzo.

Pero antes de que llegue ese momento, los dirigentes deberán sortear un cortocircuito muy importante: el estatuto, que fue retocado por la Conmebol y la FIFA, establece que la idoneidad de los candidatos a presidente será juzgada por un Comité de Ética formado en la Conmebol; los directivos hoy no lograron modificarlo para ser la propia AFA la que los juzgue y plantearon que sea decisión del Colegio de Abogados de Capital Federal (del que Daniel Angelici es vicepresidente), algo que en principio la FIFA no aceptaría y complicaría los pasos a seguir. 

Por ahora el único candidato es Claudio Chiqui Tapia, a quien la legisladora Graciela Ocaña le entabló una denuncia penal por darles trabajo en el Ceamse, donde es director, a dirigentes de clubes del ascenso y de esa manera conseguir su apoyo. Tapia y los suyos sospechan que en la Conmebol se valdrían de esta investigación para vetarlo. 

Ocaña también tomó protagonismo hoy, al presentar un recurso de amparo para suspender el pago del Estado a los clubes por la rescisión de Fútbol para Todos. Sin ese dinero no se reanudaría el torneo: Agremiados comunicó que si los jugadores no cobran lo que les deben, acudirán a un paro de actividades. 

Cada día, un problema distinto; cada reunión necesita una siguiente para destrabar el nuevo inconveniente. Sólo hay una coincidencia: la necesidad de que vuelva el fútbol el próximo viernes.