River dejó atrás la derrota superclásica y piensa solo en la final del jueves en el Kempes.

El del domingo fue un golpe duro para el equipo de Gallardo. Se sabe que los de Napoleón no dejan pasar los partidos importantes. River, en los últimos tiempos, se acostumbró a jugar y ganar finales; y un superclásico (quién lo duda) vale como una final para hinchas y jugadores.

Por eso dolió la derrota, por lo abultada y porque se había superado a Boca en el juego al punto de poder haber liquidado el partido. La salida del cabezón DAlessandro fue fatídica para el millonario.

En River ya dieron vuelta la página y este jueves tendrán revancha cuando jueguen la final de Copa Argentina frente al durísimo Rosario Central de Coudet.

Una final con sabor a revancha pero además con una gran importancia: el ganador de la Copa jugará la próxima Libertadores. River está obligado a ganarla, por historia, porque es un trofeo que aún no tiene en sus vitrinas y porque la Libertadores es el objetivo máximo.

Una victoria con vuelta olímpica el jueves hará olvidar rápidamente la derrota con los primos y le dará impulso al millonario antes del receso.

La Libertadores 2017, sin Boca y con un equipo renovado tras la pretemporada: eso es lo que quiere y busca River desde el día 1 del segundo semestre.

Ayer se agotaron las populares y entre hoy y mañana se pueden conseguir las plateas en la capital cordobesa.

En cuanto al equipo la duda es Leonardo Ponzio quien jugó todo el segundo tiempo del superclásico con un leve esguince de rodilla. Buscarán que llegue de cualquier forma. Se sabe que el “León” es una pieza clave y sabe jugar finales.

River con V de revancha

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