Argentina, una Selección sin rumbo
Lejos quedaron los tiempos en los que la selección Argentina podía darse el lujo de “sobrar” los partidos amistosos. Un poco por la evolución de los combinados a los que antes les faltaba desarrollo; y otro tanto- en su gran mayoría- por la impericia propia de un conjunto que desde 2015 anda a los tumbos, sin poder enderezar el camino.
Triste es ver la realidad de un equipo que supo aglutinar miradas de ilusión. Ya ni siquiera tiene que ver con títulos, ni medallas: la cuestión es tener, al menos, una definición futbolística. Es que desde la traumática salida del Tata Martino -en medio de deudas, falta de comunicación y falta de interés de los clubes- Argetina comenzó a rodar como bola sin manija-diría una abuela-. Marchas y contramarchas: un Bauza tenue, un desastroso e irreconocible Sampaoli y la designación envuelta en polémica de Scaloni (¿totalmente azarosa?).
Lo cierto es que el tiempo pasa, los amistosos también, la Copa América se avecina. Y lo único que queda deteriorado es el prestigio de una selección que supo ser de elite. Y que inmersa en la vorágine de las malas decisiones, se deglute hasta la hipnótica presencia del mejor futbolista del planeta.
A esta altura ya parece viejo mencionar la falta de trayectoria y experiencia del entrenador actual. Tampoco recordar como es que llegó al cuerpo técnico del lejano y desconocido Sampaoli; para, luego de un torneo carente de valor, quedarse con buzo más deseado. Por estas horas a Scaloni se lo nota nervioso y soberbio, en partes iguales, en las conferencias. Dato no menor a está altura.
En el medio queda la llegada confusa del “Flaco” Menotti. El DT campeón del Mundo, hoy en su rol de Director de Selecciones, parace no terminar de asumir su función. Y ante cada consulta periodistica, sus respuestas son tajantes y no dejan de sembrar incertidumbre.
La realidad marca que mientras el resto del mundo futbolero apuesta por proyectos sólidos y a largo plazo, con personal idoneo, Argetina sigue a los tumbos, sin encontrar su rumbo ¿Hasta cuándo? .
